Champiñoano Setaldo nació en Villaseta de los Champiñones (Portugal).Cuando nació sus padres le pusieron ese nombre en honor a su pueblo. Chompi (ese era su mote) era muy aficionado al fútbol, y jugaba en el Sporting de Villaseta.
Todos los años, el día de Navidad, se celebraba un partido de fútbol entre los mejores equipos de Villaseta en honor a Chamiego Marasetona. Los equipos eran el Sporting de Villaseta, capitaneado por Champiñoano Setaldo, y el Atlético de Cáctus, capitaneado por Cheester Messi.
Cuando terminaba el partido, un hombre vestido de Papá Champiñón lanzaba regalos desde un reactor propulsado por setasoil.
Como era costumbre, el partido se jugaba una hora y media antes de medianoche, para que justo a las doce cayeran los regalos de los jugadores y aficionados.
Llegó la noche del derby de Villaseta de los Champiñones:
Sporting de Villaseta - Atlético de Cáctus
Se sentía un ambiente cargado ya que los equipos eran eternos rivales y los aficionados estaban animando a su equipo como si su vida dependiese de ello.
El árbitro dio el pitido de inicio. Llegó el minuto 35 y el defensa Setín Champiñano realizó una dura entrada a Cactunio Gonzapinchez, que fue castigada con falta y tarjeta amarilla. Fue Cheester el que se preparó para lanzar la falta. Iker Setillas estaba preparado para detener el disparo pero su colocación no fue lo suficientemente buena para parar el disparo de Cheester. Llegó el 1 – 0, pero el marcador no permanecería así por mucho tiempo. En el minuto 43, justo antes del descanso, Chompi recibió un centro de rabona por parte de Champiño Venenez, que remató con una espléndida tijereta que acabó en gol. El empate volvió al marcador y llegó el descanso.
En el reactor que estaba sobrevolando el estadio con los regalos se abrió un boquete y un regalo cayó en las manos de Chompi. Lo abrió y encontró un amuleto con forma de copo de nieve. Dentro de la caja también venían unas instrucciones que decían que era un amuleto mágico que le concedería tres deseos. Y sin dudarlo ni un momento, se lo colgó al cuello y fue corriendo al campo de fútbol para reanudar el partido.
Cuando Chompi vio que no marcaban y quedaban pocos minutos para el final del partido, decidió gastar su primer deseo y pidió que su equipo marcara gol y ganara el partido. Y así fue. En el minuto 87, tras un pase de Setildo Champihuevo , Champiño Venenez disparó a puerta y rebotó en el palo. Pero antes de que saliera por línea de fondo, apareció Chompi para recoger el balón y realizar un potente disparo para dar la victoria a los suyos, La afición estalló de emoción y todos los jugadores de su equipo fueron a celebrar el gol con él.
Cuando terminó el partido y cayeron los regalos, vio que algunos niños no tenían regalo porque eran muy pequeños y no llegaban a cogerlos. Entonces Chompi usó su segundo deseo para concederles regalos a esos niños, y los niños sonrieron felices al verse con tantos regalos. Finalmente, Chompi llegó a su casa, pero no sabía en qué gastar su último deseo. Miró por la ventana y vio a niños solos que no estaban disfrutando de la Navidad. Y, ¿a que no sabéis para qué utilizó su último deseo? Para desearnos una feliz Navidad a todos.
Javier Hernández Ortiz. 1º ESO.
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